La diabetes mellitus es un desorden crónico del metabolismo que se
caracteriza por la presencia de altos niveles de azúcar (glucosa) en la sangre, también conocida como hiperglucemia. Esta
condición está asociada, a largo plazo, con el daño o mal funcionamiento de órganos tales como: el corazón, los riñones, los
ojos, los nervios y los vasos sanguíneos. Todos estos daños se conocen como complicaciones crónicas de la diabetes. El desarrollo
de estas complicaciones de salud puede ser prevenido o demorado mediante un estricto control de la hiperglucemia.
Diabetes tipo 1: Es
causada por una destrucción autoinmune de las células beta del páncreas. Estas células son destruídas por el sistema inmunológico
de nuestro organismo como una respuesta automática. Se cree que la diabetes tipo 1 puede ser el resultado de una infección
o daño tóxico ambiental causado a las células beta del páncreas en un individuo predispuesto genéticamente.
Diabetes tipo 2:
Aproximadamente
90% de los pacientes con diabetes tienen tipo. Esta comprende a un variado grupo de diabéticos. El inicio de esta enfermedad
es lento y ocurre mayormente en adultos. Estos pacientes presentan una resistencia a la insulina y una deficiencia relativa
de insulina. La mayoría (85%) de los diabéticos tipo 2 son personas obesas y presentan una fuerte susceptibilidad genética.
Un gemelo idéntico de un diabético tipo 2 puede desarrollar la enfermedad luego de un año del diagnóstico de la enfermedad
del hermano.
Otros tipos de diabetes:
La hiperglucemia puede ser una manifestación de defectos genéticos en el funcionamiento de las células beta, de defectos
genéticos en la acción de la insulina o de algunas enfermedades del páncreas. Puede ser también inducida por drogas o agentes
químicos, o el resultado de un proceso infeccioso.
Diabetes tipo gestacional:
Esta clasificación de la diabetes está reservada para mujeres que desarrollan hiperglucemia durante el embarazo. Todas
las mujeres puertorriqueñas están consideradas a riesgo de desarrollar diabetes gestacional debido a la alta prevalencia de
diabetes en puerto rico, y deben ser examinadas o monitoreadas durante su primera visita prenatal mediante la medición en
ayuna de los niveles de glucosa en la sangre.
Prevalencia:
La prevalencia de diabetes en Puerto Rico se ha estimado utilizando los datos
obtenidos de una encuesta nacional conocida como "Behavioral Risk Factor Surveillance System" (BRFSS, por sus siglas en inglés) y a través del análisis de datos de diversas
aseguradoras de salud de Puerto Rico. La encuesta del BRFSS es realizada anualmente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Atlanta, Georgia (CDC, por sus siglas en inglés), en personas de 18 años
o más. De acuerdo a esta encuesta, la prevalencia de diabetes en Puerto Rico ha variado de 10.8% en el año 1996 hasta un 8.5%
en al año 2000. Por otro lado, el análisis de datos de compañías aseguradoras en la Isla han revelado una prevalencia de 4.9%
(3.7% en el sector privado y 5.8% en el sector público) para el año 2000.
Factores de riesgo:
La diabetes mellitus ha sido identificada como un serio problema de salud
pública entre los puertorriqueños residentes en la Isla. Estudios epidemiológicos nacionales e internacionales han identificado
un grupo de factores de riesgo asociados al desarrollo de diabetes tipo 2. Estos factores han sido clasificados en dos categorías
principales: (1) factores genéticos, y (2) factores de riesgo médicos y estilos de vida, tales como: hipersulinemia y resistencia
a insulina, niveles alterados de tolerancia a la glucosa, diabetes gestacional, obesidad, e inactividad física. La edad y
la raza o grupo étnico son otros factores de riesgo importantes asociados al desarrollo de diabetes.
Mortalidad:
Las estadísticas vitales de Puerto Rico revelan que la diabetes mellitus
ocupa la tercera causa de muerte en la Isla desde 1989. Durante el año 1998, aproximadamente 7.7% de las muertes ocurridas
en ese año se atribuyeron a la diabetes.
Control de la glucemia
A1C
<7,0%
Glucosa pre-prandial (en ayunas)
70–130 mg/dl (5,0–7,2 mmol/l)
Glucosa post-prandial (después de comer)
<180 mg/dl (<10,0 mmol/l)
Presión arterial
<130/80 mmHg
Lípidos
Colesterol LDL
<100 mg/dl (<2,6 mmol/l)
Triglicéridos
<150 mg/dl (<1,7 mmol/l)
Colesterol HDL
>40 mg/dl (>1,1 mmol/l)
Valores normales
Los niveles hasta 100 mg/dL se consideran normales.
Los niveles entre 100 y 126 mg/dL se denominan alteración de
la glucosa en ayunas o pre-diabetes.
Se considera que estos niveles son factores de riesgo para la
diabetes tipo 2 y sus complicaciones.
Con frecuencia los médicos utilizan el nombre completo de diabetes
mellitus para distinguir esta enfermedad de la diabetes insípida, más rara.
Las concentraciones de azúcar (glucosa) en sangre varían
durante el día. Aumentan después de cada comida, recuperándose los valores normales al cabo de 2 horas. Éstos se sitúan entre
70 y 110 miligramos por decilitro (mg/dl) de sangre por la mañana después de una noche de ayuno normal, resultando menores
de 120 a 140 mg/dl al cabo de 2 horas de la ingestión de alimentos o líquidos que contengan azúcar u otros hidratos de carbono.
Los valores normales tienden a aumentar ligeramente y de modo progresivo
Complicaciones
de la diabetes:
La diabetes afecta a la gran mayoría de los órganos del cuerpo. Entre
las complicaciones más frecuentes de la diabetes podemos encontrar las siguientes:
Ataques al corazón
Eventos cerebrovasculares
Enfermedades del sistema nervioso periferal
Fallo renal
Ceguera
Cataratas
Problemas de la visión (retinopatía)
Sensación de adormecimiento y dolor en los pies
Pobre circulación
Diarrea
Impotencia
Incontinencia urinaria
Demencia
Sudor excesivo
Riesgos o daños especiales al feto en mujeres embarazadas
Cetoacidosis
Coma
Infecciones frecuentes
Examen de
glucosa
Las personas con diabetesmanejan constantemente sus niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. Después de tomar la muestra de sangre y examinarla,
se determina si los niveles de glucosa son bajos o altos. En caso de estar demasiado bajos, la persona ingiere carbohidratos
y en caso de que la glucosa en la sangre esté demasiado alta, se administra la cantidad apropiada de insulina, como por ejemplo,
a través de una bomba de insulina.
Actualizado:
4/11/2007Fecha de revisión: Robert Hurd, MD, Professor of Endocrinology,
Department of Biology, Xavier University, Cincinnati, OH. Review provided by VeriMed Healthcare Network.